Llanes
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DESCRIPCIÓN

Un poema Forjado en LLanes… 

El Poema en Forja que recorre las Calles de Llanes

Mojo en tu sidra mi devota mano
persigno con el índice y el medio
mi faz y voy a bendecir tu predio
marinero, rural, fluvial, urbano
católico, guasón, astur e indiano.

Nadie como el poeta local Celso Amieva para definir Llanes

Los versos en forja de su obra “Poemas de Llanes” recorren las calles del Casco Histórico:

José María Álvarez Posada (“CELSO AMIEVA”) Nacido el 19 de marzo de 1911 en tierras cántabras y que su padre ejercía de maestro en el pueblo Puente San Miguel, pero sobre todas las cosas fue asturiano y llanisco. Poeta, republicano, guionista y periodista, el autor de «Trilogía de la arena y el fuego», vive en tiempos políticamente difíciles, de ahí la lejanía de su tierra y el tener tres patrias, además de España: Francia, México y la antigua Unión Soviética.

Empezó a los catorce años, con un seudónimo que entonces no era el de “Celso Amieva”, a publicar versos en “El Eco de los Valles”, periódico de Panes, y en los semanarios llaniscos “El Pueblo” y “El Oriente de Asturias».

El autor de LOS POEMAS DE LLANES hace gala de riqueza temática, variedad rítmica, altura lírica, fuerza épica y sabor terruño, en un estilo armonioso da forma a lo arcaico y lo moderno, lo popular y lo culto, a veces con una ironía tras la cual, -que nadie se confunda- no hay sino un vasto conocimiento del oriente asturiano y el más probado amor a la comarca llanisca
Vieron la luz poemas y cuentos suyos en publicaciones madrileñas. Si para estimar a la patria en su justo valor hay que vivir en la distancia, esto explicaría el desmedido amor con que Celso Amieva ha sabido ver y sentir su comarca de Llanes en extensión, altura y profundidad.

A lo largo de los años, Llanes palpita en los poemas de este cantor. Celso Amieva falleció en febrero de 1988 en Moscú y sus cenizas reposan para siempre en el Bau, entre Niembru y Barru, en su idílica Cadexana, acompañado por el incesante subir y bajar de la marea, en los mismos territorios llaniscos en los que vivió su juventud. Entre una y otra fecha, 77 años, cuatro patrias y la literatura. Y siempre Asturias y Llanes presentes en sus días de distancia.

Te amé, te amo, te amaré por nunca
siempre jamás amén, Llanes, Lybunca,
la Puebla de Aguilar o Villasaro
y mi asperjante amor te lo declaro
con tu propio pudor y mi descaro.
Mojo en tu sidra mi devota mano,
persigno con el índice y el medio
mi faz y voy a bendecir tu predio
marinero, rural, fluvial, urbano,
católico, guasón, astur e indiano.
Mi alma a las remotas eras vuelta,
corrobora su esencia primeriza
hoy que en vuestra compaña profundiza
el gran misterio de su noche celta.
Canta el orbayo y canto la neblina,
santo a Cuera y al Pico Turbina,
señor del trueno y padre de las nieves.
Canto el maíz, el bable, la sardina
y la luna romántica de Tieves.

Extraído de «Diana sin hiel a la Puebla de Aguilar»

 

Bendita sea la sidra, pues que a la gaita dota
de vibraciones celtas y da al cantor la nota.
bendito el ijujú que a su conjunto brota.

Extraído de «Soneto de la sidra»

 

Desde Tinamayor

hasta Cabo de Mar,

el martillo de Tor

golpea sin cesar.

Extraído de «Las costas de Tor»

 

Sin Título38

fuente de información – GUÍA TURISMO ASTURIAS


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